Somalia, desafíos y oportunidades en la encrucijada del cuerno de África

Generalmente, hablamos del oriente de África como los países más pobres con los que nos podemos encontrar, pero, ¿hasta qué punto puede llegar una persona a entender la pobreza extrema con la que viven día a día y la violencia que tienen que soportar?


En el día de hoy, queremos tratar de analizar la situación en la que este conjunto de países se encuentra sumergida desde el principio del siglo XX, en concreto nos vamos a centrar en Somalia, el "Estado Fallido" del que hablan los expertos. Esta denominación se debe a la alta inestabilidad política registrada por la situación de un país donde el gobierno se ve afectado por distintos factores económicos, sociales y políticos que influyen negativamente en el bienestar y desarrollo de la sociedad, que tiene como consecuencia el decrecimiento del PIB, la dificultad del comercio exterior, el estancamiento económico y tecnológico y la violencia, entre otros efectos.

El país, se encontraba a principio del siglo XX dividido en regiones y colonizado por distintas potencias europeas como los británicos, los ingleses o los italianos y hasta los años 60 no conseguirían su independencia. Esta no la lograron a través de tratados específicos sino que a partir de negociaciones y acuerdos o directamente a partir de los procesos de descolonización, que hace comenzar un régimen autoritario gobernado por Siad Barre.



Por el sometimiento colonial y lo ocurrido tras la independencia podemos explicar lo que ocurre en este país y las continuas guerras que este sufre. Es totalmente cierto que los problemas de un gobierno inestable afectan íntegramente a las economías y sociedades. Pero si es así y lleva siendo de esa manera siempre, ¿por qué no se busca alguna forma de mejora? Bajo mi punto de vista, si esto ocurre es porque, probablemente, siempre hay alguien que se beneficie de ello. Esto es lo que sucede con las guerras, cuando una serie de personas de ideales distintos, imponen lo que piensan a la sociedad, surgiendo así los actos violentos, haciendo que muchas personas luchen entre sí poniendo su vida en riesgo por los intereses de una serie de personas. De aquí salen las inestabilidades internas y los extremos, que impiden la mejora de un país.

Además de los problemas de violencia y pobreza, cuentan con el inconveniente de la inseguridad alimenticia y la difícil adquisición de agua, que hacen que miles de personas mueran al año por no tener estos recursos considerados como un derecho humano muy importante para la vida. Los datos apenas reflejan mejoría, llegando incluso a empeorar cada año, por problemas adicionales como el clima extremo que vive.

Debemos ser consciente que este tipo de cosas siguen ocurriendo en el mundo en el mismo momento en el que personas del primer mundo se preocupan por una serie de problemas que ni de lejos afectarían a sus derechos o a su libertad, dando por hecho que es lo normal cuando hay personas que no saben lo que esto significa. Es por ello que debemos valorar el acceso fácil a los recursos y al bienestar social, además de velar por los derechos de aquellos que no pueden.


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